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lunes, 18 de mayo de 2015

HISTORIOGRAFÍA

Para el estudio de este cuarto y último tema del programa de Literatura griega, os dejo dos materiales: El tema desarrollado que veréis a continuación y este enlace a un documento donde se trata  de forma más breve.
 HISTORIOGRAFÍA
1.    INTRODUCCIÓN
2.    HERÓDOTO
2.1.        Vida
2.2.        Naturaleza y génesis de su obra
2.3.        Ideología
2.4.        Método historiográfico
2.5.        Lengua y Estilo
3.    TUCÍDIDES
3.1.        Vida
3.2.        Naturaleza y génesis de su obra
3.3.        Ideología
3.4.        Método historiográfico
3.5.        Lengua y estilo
      4.  JENOFONTE

1. INTRODUCCIÓN
     La prosa nace en el s. VI a.C. en Jonia como vehículo para expresar el pensamiento filosófico, científico y geográfico-historiográfico. Este género se presenta como más modesto, humilde y racional que la poesía.
     En estos momentos Grecia carece de  identidad nacional: el ciudadano tiene conciencia de pertenecer a una polis, pero sin sentimiento colectivo como nación; ésta surgirá de la solidaridad de las diversas póleis para defenderse del enemigo común persa (Guerras Médicas). Descubrirán que son más las cosas que les une que las que los separan: había nacido el concepto de Grecia como entidad supralocal: la realización de una gesta colectiva es el factor decisivo que permite a los griegos escribir las primeras páginas de su propia historia.
     Las Historias de Heródoto inicia un nuevo género literario en Grecia, la Historiografía. Es la primera obra extensa en prosa y la principal fuente que expone sistemáticamente la época anterior a las Guerras Médicas y el desarrollo de la confrontación bélica entre griegos y persas.
      La aparición de la prosa escrita requiere la existencia de una escritura relativamente extendida, de un público y materiales escriptóricos, por lo que en Grecia su aparición es tardía, tras el florecimiento poético. La inscripción más antigua en prosa data del s.VI a.C. encontrada en Egipto y escrita por mercenarios griegos.
Como antecedentes de este nuevo género literario podemos citar:
·       los roi, anales o crónicas en los que se anotaban los acontecimientos más sobresalientes del año, usados por los eruditos de los siglos V y IV a.C. para realizar crónicas más elaboradas al combinarlos con las leyendas locales.
·       la novelística popular, surgida en Jonia en el s.VI a.C.  en boca de narradores ambulantes del tipo de los rapsodas; novelas que aparecen en las historias de Heródoto .
·       la epopeya, ya que Heródoto se educó en medio de la tradición épica, y además la Ilíada contenía el mismo tema que él utilizó en su Historia, la lucha de griegos y persas.
·       la lírica y la tragedia, en menor medida, influyeron en la interpretación religiosa del acontecer humano que da Heródoto a su Historia.
·       la logografía jonia es el precedente más directo ya que constituye un movimiento científico de interés general, pues abarca tres campos de actuación: filosófico, médico e historiográfico. Abarca una serie de relatos (logoi) sobre ciudades o pueblos, compuestos por viajeros griegos que recorrían Oriente y Occidente llevados por sus deseos de aprender e investigar. Exponen los hechos deducidos de la propia observación o indagación.



2. HERÓDOTO.
2.1 VIDA
     Heródoto nació en Halicarnaso, , en la costa sudoccidental de Asia Menor, hacia el 484 a.C. Halicarnaso estaba dominada en esa época por una dinastía de tiranos al servicio del rey de Persia. Solo la victoria de los griegos sobre los persas motivó a sus habitantes para rechazar el dominio extranjero. El primer intento de derrocar a Ligdamis, tirano de la ciudad, costó la vida al tío de Heródoto, por lo que su familia salió exiliada hacia la isla de Samos, donde pasó diez años y tomó contacto con el espíritu jonio. Tras la caída de Ligdamis regresó a su patria.
     Los años anteriores al 447 a.C., fecha en que llega a Atenas, los pasó en continuos viajes por Babilonia, Cólquida, Siria, Macedonia, Libia, Cirene y Egipto, siguiendo la tradición de los logógrafos jonios, con el objetivo de contemplar e investigar. Su estancia en Atenas fue esencial para su formación como historiador, pues vivió el despertar a la razón de la sofística. Pero más que esta corriente filosófica influyó en el sentido histórico de su obra el pensamiento tradicional y conservador de las tragedias de Esquilo y  Sófocles.
     En 443 a.C. participa en la fundación de Turios, colonia panhelénica en Italia meridional. Su vinculación a esta colonia fue tan grande que se dejó llamar “natural de Turios”. Su muerte debió ocurrir hacia el 425 a.C. en dicha colonia, aunque algunas fuentes creen probable que se encontrara en Atenas al inicio de la Guerra del Peloponeso, y tal vez le sorprendiera allí la muerte antes del regreso a Turios.

2.2  NATURALEZA Y GÉNESIS DE SU OBRA
     Sus Historias  fueron divididas arbitrariamente por un gramático posterior en nueve libros, con los nombres de las nueve musas. No son un todo homogéneo, sino un mosaico de cosas yuxtapuestas: descripciones geográficas, novelística procedente de la tradición oral, resultados de su investigación personal sobre los acontecimientos, etc. Su propósito inicial es contar la historia de Persia, siguiendo la sucesión de sus reyes desde Ciro hasta Jerjes, y narrar al mismo tiempo las características de los pueblos que se anexiona Persia durante sus conquistas, hasta llegar a las Guerras Médicas, entre griegos y persas, como punto final. Pero tras su estancia en Atenas y su conocimiento del ambiente espiritual respirado en dicha ciudad, profundizó en el análisis de las características de ambos mundos, griego y persa, y obtuvo como resultado la idea de un pueblo griego que buscaba la libertad, organizado en poleis  y reconociendo los límites humanos frente a la omnipotencia divina, frente al pueblo persa que, obcecado por la tiranía de sus gobernantes y deseo de poder, no logró someterlo. Se plantean estas Guerras Médicas como un conflicto entre Asia y Europa.
     Los relatos que ocupan la primera mitad de la obra, tras una digresión sobre las causas míticas del conflicto, narran la expansión del imperio persa comenzando por la conquista de Lidia por Ciro el Viejo y la de Babilonia, tras la cual muere Ciro. En el libro II tenemos el reinado de Cambises donde se produce la conquista de Egipto y las campañas contra los etíopes. A Cambises le sucede Darío, y antes de sus campañas contra escitas, libios y tracios, el sometimiento de las ciudades del Helesponto, y su asalto a Grecia continental con derrota en Maratón, introduce Heródoto una reflexión sobre los regímenes políticos (monarquía, democracia y oligarquía). Así se completan los seis primeros libros.  En el libro VII tenemos la muerte de Darío y la ascensión de Jerjes al poder. A continuación unas consideraciones sobre ambos pueblos, griego y persa, donde se exaltan los valores del primero frente al segundo, que da paso a la batalla de las Termópilas. El libro VIII lo ocupan la batalla de Artemisio, la toma de Atenas y el desastre naval de los persas en Salamina. El noveno y último libro relata los sucesos hasta los combates de Platea y Micala, donde vencen los griegos tomando la iniciativa.

2.3   IDEOLOGÍA

     La interpretación herodótea del acontecer histórico es pesimista, trágica. El hombre no es dueño de su destino. Todo cuanto sucede está regulado y dominado por la divinidad y el azar, fuerzas ocultas que no se pueden someter a la razón. De todas formas no es dogmático y, al igual que en las tragedias de Esquilo y Sófocles, se superponen dos componentes en el acontecer histórico, el divino, que le hace admitir sueños, oráculos y consejos como señales de los sucesos dispuestos por la divinidad, y el humano,  por el que se otorga al hombre la responsabilidad de las decisiones que determinan el curso de la historia.
     Según su pensamiento el hombre no puede elevarse por encima de los límites de poder y felicidad que tiene asignados, de ahí que la historia de hombres, ciudades y naciones esté gobernada por la ley del ciclo, según la cual nada permanece siempre en su sitio, sino que cambia, desarrollándose y sucumbiendo. La divinidad es la encargada de restablecer el orden cuando se pierde el equilibrio, castigando, tanto por transgredir su voluntad, como por pretender más poder del que se tiene a cada uno asignado.
El hombre aprende con el sufrimiento las directrices que han de guiar su comportamiento en la vida. Su experiencia debe servir de lección a los demás, así la derrota del imperio persa es un aviso contra las ideas imperialistas de la democracia radical ateniense.
     Heródoto fue contemporáneo de otros intelectuales entre los que destacan los sofistas, pero los intentos de descubrir en su obra relaciones con determinados representantes de esta tendencia no han dado resultados seguros. Él no es contrario a la tradición, sino que más bien se pone de su parte, así en el libro III de su Historia, Dario pregunta a los griegos, que incineran a sus muertos, y a los habitantes de una tribu hindú, que acostumbra devorarlos, a qué precio serian capaces de practicar las costumbres de los otros, y ambos responden con enérgica repulsa.
2.4. MÉTODO HISTORIOGRÁFICO
     Utilizando en su obra la observación directa, lo conocido por medio de otros, su opinión y la indagación, su método es crítico, pero mediatizado por las condiciones de una época primitiva en sus conceptos religiosos y en su conocimiento del mundo. No hace una crítica profunda sobre las fuentes orales y escritas, pero tampoco las acepta ciegamente. Al dudar sobre la veracidad de  algunos hechos, demuestra escepticismo, y si bien no racionaliza en exceso los datos, tampoco los acepta sin discusión.
Su mentalidad es sencilla y religiosa: en último término es la voluntad divina la que decide (fatalismo) y es inútil luchar contra el destino. Heródoto, resumiendo, se mueve en un mundo entre el mito y la historia, y su mérito consiste en querer introducir su capacidad de comprensión, su razón.

2.5. LENGUA Y ESTILO
     El dialecto utilizado es el jonio, pero en él se pueden encontrar formas épicas, dóricas y áticas que le confieren un colorido especial. El estilo es simple, sencillo, sin buscar artificios retóricos y estilísticos.  Usa construcciones coordinadas en sus periodos oracionales y una sintaxis poco complicada, lo que le otorga la viveza propia de la lengua hablada. Su vocabulario también es simple.
Papel importante lo desempeñan los discursos, donde resalta el comportamiento general de los hombres, trascendiendo lo individual. El diálogo es característico de muchos pasajes. Se acerca a la épica.
Pese a sus “imperfecciones” como historiador, debemos recordarlo con palabras de Cicerón como padre de la Historia.

3. TUCÍDIDES

3.1. LA VIDA DE TUCÍDIDES

     Tras las guerras médicas la polis se consolida como unidad política. Se constituye la Liga de Delos, una alianza defensiva bajo la supremacía de Atenas.
La alianza no será duradera: se producen disensiones y desconfianza ante el poder y supremacía atenienses, que alcanzan su cenit con Pericles. Grecia se ve sumida en una guerra civil La guerra del Peloponeso (431 -404 a.C.), cuyos bandos antagónicos están representados por Esparta y sus aliados (oligarquía), frente a Atenas y los suyos (democracia). Finalmente se impondrá Esparta, aunque incapaz de mantener por mucho tiempo el liderazgo sobre los griegos.Beocia, dirigida por Epaminondas, ocupará por unos años la posición dominante de Grecia. A la muerte de este general beocio, ninguna ciudad-estado griega está en condiciones de liderar al resto. Filipo II de Macedonia aprovecha esta situación, inagurando una nueva época (la Helenística), en la que la sociedad se hace más abierta, más plural, más burguesa, con mayor desvinculación del ciudadano del devenir político. Testigo de esa ruptura de la armonía entre ciudades-estado de Grecia fue Tucídides.
     Los datos de la biografía de Tucídides son escasos. Solo sabemos con exactitud lo que nos ha llegado a través de él mismo: que fue elegido como estratego en 424 a.C., año en que también fue desterrado de Atenas por no haber acudido a tiempo en auxilio de la ciudad de Anfípolis, conquistada por el general espartano Brásidas. Su fecha de nacimiento pudo estar en torno al 454 a.C.ya que debería tener los treinta años para ser nombrado estratego. Los datos sobre su muerte son aún más confusos. Lo cierto es que antes de morir regresó a Atenas en el 404 y su tumba se encontraba entre las de la familia de Cimón, hijo de Milcíades, vencedor de Maratón.
     Aristócrata de nacimiento y bien dotado económicamente recibió una educación acorde a su rango y asimiló las enseñanzas de los movimientos filosóficos y retóricos de su tiempo. No es un historiador casualmente ya que, por tradición familiar, estaba muy versado en la vida pública. Su niñez y juventud coinciden con la época de mayor esplendor de Atenas. Seguramente pasó la mayor parte de su exilio en sus posesiones auríferas de Tracia, aunque también pudo realizar viajes por los escenarios de la guerra. Murió hacia el 400 a.C.
3.2. NATURALEZA Y GÉNESIS DE LA OBRA DE TUCÍDIDES.
     Su Historia está dividida en ocho libros, y su finalidad es contar la Guerra del Peloponeso. Una síntesis podría ser la siguiente:
·         Libro I. Afirmación de la superior importancia de esta guerra respecto a las anteriores. Recorrido por la historia primitiva de Grecia. Exposición de su metodología histórica. Antecedentes de la guerra.
·         Libros II, III, IV y V. Guerra Arquidámica, que recibe el nombre del rey espartano Arquidamo. Invasión del Ática por los espartanos en 431 hasta la paz de Nicias. Tregua y reanudación de la guerra.
·         Libros VI y VII. Expedición a Sicilia de los atenienses. Desastre ateniense.
·         Libro VIII. Descripción de la segunda etapa de la guerra, hasta el 411, en que se interrumpe, quizá porque al autor le sorprendió la muerte antes de terminar la redacción final.
     En los orígenes de esta obra, Tucídides cuenta con los logógrafos jonios y Heródoto como precedentes en su quehacer histórico, pero las diferencias con ellos son notables. En primer lugar era insólito escribir una obra de historia contemporánea, pues sus antecesores narraron las glorias del pasado. En cuanto a las fuentes, Tucídides afirma que describe los acontecimientos vividos por él mismo o tras haber examinado con cuidado sus informaciones.Por último, Tucídides excluye lo divino del curso de los acontecimientos, pues el motor de la historia no es la “envidia” de los dioses, sino la lógica interna de los hechos de los hombres.
Dentro de los hechos presentes que pretende narrar destacan los políticos y militares, pues excluye de su narración toda manifestación sobre la vida intelectual y artística de Atenas.
 La “cuestión tucididea”
Bajo este nombre se recoge un largo debate de la crítica filológica sobre la forma en que Tucídides compuso su obra, destacando dos posturas:
1. Los analíticos admiten varios momentos en la composición de la obra.
2. Los unitarios piensan que no le dio forma definitiva hasta que hubo acabado, después del 404.
Actualmente se confirma que la obra de este autor responde a un plan unitario, como conjunto estructurado, con una intención de integrar de forma coherente las diversas partes de las que consta. Habría sido redactada tal y como la conocemos, después del 404 a.C.
 3.3. LA IDEOLOGÍA DE TUCÍDIDES
      A diferencia de Heródoto, cuya concepción de la historia es eminentemente religiosa, Tucídides explica los hechos desde un punto de vista humano. Para él la fuerza motriz de la historia es la inteligencia (gwmh), cuyas decisiones están determinadas por cuestiones políticas, económicas y militares, manteniéndose al margen de las normas religiosas. Junto a ella esta la fortuna (tuch), considerada no como potencia divina, sino como lo imprevisible que surge en el acontecer histórico.
     Tucídides considera elemento constante del proceso histórico a la naturaleza humana. Se caracteriza por su aspiración a la libertad. Estos deseos, elevados a un nivel general, se manifiestan en el odio del pueblo sometido hacia su opresor; en la ambición de poder; en la imposición de la ley del más fuerte sobre el débil, para el que de nada sirven las apelaciones a la justicia, ya que por encima de todo se imponen razones de conveniencia y utilidad; en la envidia del éxito, etc.
     La inteligencia, pues, rige los destinos de los pueblos y actúa por móviles no sometidos a la moral y la religión, pero eso no implica que todas las decisiones humanas procedan de un razonamiento equilibrado, sino que a veces actúan el apasionamiento, la imprudencia o la precipitación.
     El pensamiento del historiador coincide con el modo de actuación política de Pericles, a quien considera idóneo para realizar la guerra, mantener el imperio ateniense y buscar el bien de la ciudad. Este equilibrio no fueron capaces de mantenerlo sus sucesores, a los cuales critica violentamente, y tras su fracaso político y militar, Tucídides elogió el nuevo régimen moderado que se estableció en Atenas en 411 a.C.
     Pero la crítica de Tucídides no solo se dirige contra la actuación ateniense, sino que se extiende también a los excesos cometidos por los espartanos. Y es que en  este  autor se constata aún la línea de la antigua tradición, en la que se resaltaban los valores morales como el amor a la patria, a la justicia, al bien común, etc. A pesar del egoísmo y la envidia del ser humano se puede conseguir un mundo mejor.
Con respecto a su relación con los sofistas decir que estuvo influido por ellos en su aplicación de la crítica racional al análisis del mundo que le rodea. Pretende hacer con su historia verdadera ciencia, algo que dure siempre y no solo compuesto para deleitar los oídos de unos cuantos. Comparte con los sofistas un escepticismo crítico en relación a aquel amor a la tradición y a las creencias de Heródoto, que tanto difiere de la realidad, y que configuró su pensamiento pragmático de la historia.
En suma, es un historiador imparcial, racionalista, humano y serio.
3.4. EL MÉTODO HISTORIOGRÁFICO DE TUCÍDIDES Los discursos en su obra
     Los objetivos que pretende al escribir su obra son:
·         Buscar la verdad Para ello es importante la observación directa de los hechos, el examen minucioso de la información, así como la imparcialidad y la objetividad a la hora de analizarlos.
·         Aportar algo útil para quienes quieran encontrar esa verdad
·         Perdurar, tener validez universal. Tucídides cree que la Historia puede ser  magistra vital. Es consciente de estar legando una posesión eterna (kthma eiV aei)              
     El propósito de Tucídides de exponer la estricta verdad de lo que ocurrió, hizo que los métodos empleados en su investigación difieran de los utilizados por Heródoto.Tucídides contó con la ventaja de relatar hechos contemporáneos y de poder manejar mayor número de fuentes que Heródoto, pero incluso cuando se remonta al pasado aplica una crítica racional que asegure la verdad de lo que afirma. Este criterio de verosimilitud, basado en la idea de progreso económico y militar de las ciudades, es el que le lleva a afirmar la superioridad del presente sobre el pasado, y a considerar más importante la guerra del Peloponeso que la legendaria guerra de Troya.
No le basta con narrar los hechos, hay que explicarlos para poder comprenderlos y la mejor manera de hacerlo es el método científico.Así (como Hipócrates) distinguirá entre causa (aitia) y pretexto (profasiV), motivo aparente. A su vez distingue entre causas inmediatas y causas remotas.
     Planifica los acontecimientos de acuerdo con un riguroso ordenamiento cronológico por años, dejando el sistema tradicional basado en el nombre del funcionario epónimo de los contendientes.
    Por otro lado, abundan los discursos puestos en boca de los personajes que intervienen  (estrategos, embajadores y políticos), los cuales cumplen una doble función: tratan de expresar la verdad política, es decir, los móviles que mueven a los distintos personajes, y también sirven para la dramatización de su relato.. Su cometido se manifiesta sobre todo en aquellos que, siendo contrapuestos, exponen las motivaciones de ambos contendientes, (antitéticos).
     Ante la imposibilidad de haber sido testigo presencial de todos ellos, él mismo nos dice en su obra “según a mí me parecía que cada cual habría expuesto lo más apropiado en cada situación, así los he narrado” (I,22).

3.5. LA LENGUA DE TUCÍDIDES

      Formalmente su estilo es conciso y directo, de gran intensidad de ideas, lo que dificulta su comprensión y sobre todo su traducción cuidada. Es el creador de la prosa ática, el que la elevó a categoría literaria, pero en su lengua aún quedan huellas de la influencia de la prosa jonia, especialmente de los logógrafos y Heródoto. A causa de su largo destierro su prosa ática es un tanto arcaica y algunos de sus rasgos son:
  • abuso de expresiones nominales
  • frecuencia de nombres abstractos
  • substantivación de participios, adjetivos e infinitivos
  • acumulación de participios, etc.
      Se pueden observar diferencias entre las partes narrativas, donde resalta la expresión simple, sencilla y precisa, y aquellas otras, especialmente los discursos, en las que concentra su pensamiento político, donde el lenguaje es denso, con expresiones oscuras difíciles de comprender.
     En su narración contrastan los periodos largos, a veces seleccionados por oraciones parentéticas, con otras frases inesperadamente cortas que, por su densidad, contribuyen a dificultar la comprensión del texto.

     Roma apreció su obra: Salustio y Tácito difícilmente pueden comprenderse sin Tucídides, el primer historiador político de Grecia y el primer historiador serio de Europa.