Páginas

lunes, 12 de diciembre de 2016

TEMA INTRODUCTORIO AL ESTUDIO DE LA LITERATURA ROMANA

ORIGEN DE LA LITERATURA ROMANA
Aunque los comienzos de la civilización romana pueden remontarse al siglo VIII a.C, y las primeras manifestaciones escritas en lengua latina que se han conservado, fundamentalmente en inscripciones, a finales del siglo VI, como el lapis nigrum del foro romano en escritura bustrofédica (i. e. con líneas escritas alternativamente de derecha a izquierda y de izquierda a derecha, imitando el arado de los bueyes), la aparición de la literatura latina propiamente dicha no puede establecerse hasta bien entrado el siglo III a.C
A menudo se ha achacado a esta primitiva civilización latina una absoluta carencia de originalidad y de creatividad para tratar de explicar el tardío surgimiento del cultivo de la literatura. De acuerdo con este tipo de interpretaciones, la literatura latina sería un producto enteramente derivado de los géneros literarios griegos, a cuya imitación servil se habrían debido las primeras obras literarias romanas a partir de las guerras púnicas.
Sin embargo, atendiendo a otro tipo de factores de índole política y económica que condicionaron el desarrollo de su civilización, se percibe que Roma fue desde su fundación un pequeño estado campesino, con una economía poco desarrollada, y en guerra permanente con los estados vecinos. Estas circunstancias no eran, evidentemente, las más apropiadas para la aparición de una brillante literatura autóctona.
El gran impulso para el nacimiento de la literatura latina vino dado por el proceso de expansión romano a lo largo y ancho de la península itálica, y por su contacto con las otras potencias mediterráneas a comienzos del siglo III a.C. Su progresiva asimilación de los pueblos del sur de Italia (la Magna Grecia) constituyó el estímulo necesario, y el desarrollo económico posterior favoreció la creación de una prestigiosa producción literaria adecuada a los intereses del nuevo Estado romano.
Que este contacto con la civilización helénica del sur de Italia y la adopción de la mayor parte de los géneros literarios griegos fueran los factores que favorecieron el desarrollo de la literatura latina, no implica en absoluto que ésta carezca de originalidad o que se limitara a reproducir los modelos griegos. Una afirmación semejante equivaldría a negar originalidad a las literaturas francesa, alemana o española simplemente por el hecho de haber heredado o imitado durante buena parte de su historia los modelos que les fueron legados por la literatura grecolatina.



2. PRIMEROS TESTIMONIOS PRE-LITERARIOS
Del período inmediatamente anterior al contacto con la literatura griega meridional se conserva una serie de textos que, si bien no pueden ser considerados literarios en el sentido más estricto del término, resultan interesantes como muestra del primitivo carácter itálico que aflorará con frecuencia en la literatura latina posterior. La mayor parte de estos textos, fundamentalmente de carácter jurídico-administrativo, mágico-religioso o funerario, puede clasificarse en diversos grupos:
A -Las plegarias y fórmulas mágicas, entre las que destacan el Carmen Aruale (arua, campos cultivados), un canto litúrgico de carácter agrícola con abundantes elementos rítmicos, como aliteraciones, anáforas y figuras etimológicas, y el Carmen Saliare, o Canto de los Salios, un colegio sacerdotal del dios Marte. La solemnidad de las fórmulas empleadas en estos cánticos influyó de forma decisiva en toda la literatura latina posterior, especialmente en la poesía.
B -Las laudationes fúnebres, una mezcla de oratoria, biografía e historiografía, destinada a elogiar de modo retórico los méritos del difunto. De este género se han conservado los Elogia Scipionum (dos poemas dedicados a Lucio Cornelio Escipión, padre e hijo, cónsules, respectivamente, en los años 298 a.C. y 259 a.C). Estos epitafios están escritos en verso saturnio, el antiguo metro de las primitivas composiciones latinas.
C -La lírica de carácter profano, representada por los Fescennini Versus, cuya función habría sido en principio apotropaica (encaminada a alejar el mal de ojo y los espíritus malignos) y que más tarde adquirieron un tono cómico de burla o invectiva mordaz tan característica del Italum acetum recordado por Horacio en sus Sátiras (1, 7, 32). A este tipo de textos pertenecen también los Carmina triumphalia y los Carmina conuiualia (cantos de triunfo y banquete que se recitaban en las celebraciones privadas).
D -Los textos de carácter legal, como las Leges XII tabularum (Ley de las doce tablas), inspiradas en las leyes de la Magna Grecia y utilizadas desde muy temprano como texto educativo, y las Leges actiones, o fórmulas de los procesos judiciales, que se caracterizan por su concisión y estilo lapidario.
El primer autor de la literatura latina que conocemos con nombre y apellidos es un orador, Apio Claudio el Ciego. Fue censor en el año 312 a.C. y cónsul en el 313 a.C. Parece ser que su discurso contra la propuesta de paz de Pirro en el 280 a.C. fue el primero que se publicó en Roma, y todavía era leído y admirado en época de Cicerón. Este hecho es una prueba más de la alta consideración de la que gozaba la retórica como actividad literaria e intelectual de carácter práctico y, por tanto, propia del ciudadano dedicado a actividades públicas. No en vano, además de esta actividad oratoria, Apio Claudio fue el responsable de la importante calzada que lleva su nombre (Via Appia) y de uno de los primeros acueductos romanos (Aqua Appia).

3. EVOLUCIÓN DE LA LITERATURA LATINA
Desde el punto de vista cronológico, se pueden distinguir cuatro etapas principales, cada una con características bien definidas, en la evolución histórica de la literatura latina:
3.1. Época arcaica
·         Se extiende desde el final de la Primera Guerra Púnica (241 a. hasta comienzos del siglo I a.C.
·         En un primer momento se caracterizó por su enorme dependencia de los modelos literarios griegos.
·         Los géneros predominantes fueron la epopeya, el teatro y la sátira. La lírica resultaba prácticamente desconocida. La historiografía y la oratoria se consolidaron también en esta época como géneros literarios
·          La mayor parte de las obras compuestas en esta época, como las Sátiras de Lucilio, se han perdido o se conservan de modo muy fragmentario. La excepción la constituyen las obras técnicas de Catón, los poemas épicos de Nevio y Ennio y, sobre todo, las comedias de Plauto y Terencio, de amplia repercusión en la literatura europea posterior.
3.2. Época clásica
·         Constituye el período de máximo esplendor de las letras latinas. De ahí que se le haya aplicado la calificación de edad de oro de la literatura romana, manifiesta tanto en la can-tidad de autores como en la calidad de su producción.
·         Abarca desde el período final de la República (siglo I a.C.), con autores tan destacados como Cicerón, Varrón, César, Lucrecio, Catulo, Salustio o Cornelio Nepote, y el Principado de Octavio Augusto (31 a.C. - 14 d.C), en el que buen número de escritores, sobre todo poetas, florecieron al amparo del mecenazgo del mismo emperador y exaltaron su política oficial: Virgilio, Horacio, Tito Livio,Tibulo, Propercio y Ovidio.
·         Tanto en el último período republicano como en la época de Augusto, la literatura adquirió un enorme prestigio social y fue cultivada incluso por las clases aristocráticas.
3.3. El período postaugusteo
·         Los siglos I y II d. C. constituyen el período argénteoedad de plata.
·         Al equilibrio clásico entre materia y forma sucede el manierismo formal propio de casi todos los escritores de este período.
·         Como consecuencia de la asimilación cultural de los distintos territorios del Imperio, muchos de los escritores de esta época proceden de diversas provincias, especialmente de Hispania (Séneca, Lucano, Quintiliano, Marcial...).
·          La mayor parte de estos autores siguió los modelos de los géneros clásicos: sátira (Persio y Juvenal), historiografía (Tácito), retórica (Quintiliano), epistolografía (Plinio el Joven), aunque también arrancan otros nuevos, como la novela (Petronio y Apuleyo) o la biografía (Suetonio).
3.4. La literatura latina tardía
·         En los siglos III y IV se asiste a la decadencia de la literatura romana tradicional de carácter pagano, debido, sobre todo, a la labor de los apologistas cristianos
·         La literatura religiosa, por el contrario, alcanzó notable auge en estos siglos. En prosa abundan los tratados teológicos de los grandes Padres de la Iglesia (San Ambrosio, San Jerónimo o San Agustín). Los poetas cristianos adaptaron los nuevos contenidos a los géneros clásicos paganos: épica (Juvenco), lírica (Prudencio), epigrama (Dámaso).
·          Con las invasiones bárbaras del siglo V y la caída del Imperio romano de Occidente, la cultura quedó relegada a minorías cada vez más selectas y el cultivo de la literatura se fue reduciendo progresivamente. Las últimas grandes figuras del siglo VI, como Isidoro de Sevilla en la España visigótica, son ya, en cierto modo, precursores del enciclopedismo medieval.



No hay comentarios:

Publicar un comentario